jueves, 21 de diciembre de 2006

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los labios al salir de la ducha. esa bandera. la sorpresa de la primera menstruación. el camino a las cataratas en aquel viaje. las uñas de mi abuela -y las que le gustan a mi hija-. las tapas duras del libro del primer estante. el pezón contraído de excitación. la lapicera de mi viejo. el cordón que sujeta la cortina. el almohadón con forma de corazón. el envoltorio de las galletitas que llevaba al colegio.
pero también la furia que me invade el cuerpo cuando soy testigo impotente de una injusticia.
y la pasión que me despierta, en un segundo, un llamado al cuerpo y al placer.
y a veces, la alegría.

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