miércoles, 31 de octubre de 2007

quejas

... y cuando ya no tenía de qué quejarse
abrió el cajón, sacó los sobres cerrados,
con las cartas que nunca le había mandado,
e inventó la historia de su desencuentro.

(

lunes, 29 de octubre de 2007

do(l)or


Yo sé que dice door, en inglés. Yo sé.
Pero para mí dice dolor. Para mí grita dolor,
en silencio.

sábado, 27 de octubre de 2007

domingo, 21 de octubre de 2007

ese hombre que no es

Mientras caminábamos por la playa yo le intentaba explicar a ella, entre carcajadas, que ese hombre tendría que tener algo así como esta fórmula:
ser capaz de enamorarme una y otra vez con palabras,
pero no quedarse en palabras y cogerme en los hechos y en cualquier lugar y momento en que nos dé la gana.
Saber que un regalo de cumpleaños no se mide por el valor, pero nunca puede ser la funda de un almohadón
y menos dos,
iguales,
y menos todavía si los compró en el mismo lugar al que vamos a conseguir las cosas para los arreglos de la casa.
Tendría que saber, también, que la leche se compra en cualquier almacén y que no se la venden sólo a las mujeres.
Y que si quiere esperarme a mí para algo, no tendría que ser justamente para ir a comprarla.
Tendría que tener ganas de hacerme piecito --sí piecito, así, acariciando el suyo en el mío--, en medio de una reunión de amigos, aunque ya hiciera tanto tiempo que estamos juntos que cuesta recordar exactamente cuánto.
Y después tendría que poder reírse,
y no ofenderse,
cuando caigamos los dos en la cuenta de que yo no lo había notado.
Y tendría también que generarme a mí la tranquilidad de que el amor no se juega en el registro palpable de un piecito, una manito o lo que fuera, si la que lo hizo fui yo,
y fuese él quien no lo hubiese notado.

También tendría que ser mi amante, aunque ya fuera mi hombre, y a la vez compañero,
pero saber cuándo dejarme sola con lo mío
y no pretender acompañarme.
Podría hasta ser amigo, a veces, pero nunca,
nunca
convertirse en hermano.

Pero todo esto tendría que poder darse a la vez y todo junto.
Y resistir a los años.
Y sí, ya sabemos, es una fórmula imposible. Por eso nos reíamos
a medida que se lo iba enumerando.

Por eso ese hombre, parece simple, pero no existe.
Y por eso, tal vez, no salgo a buscarlo
y en cambio me seducen y enganchan esas historias locas,
que tienen el final así, escrito de antemano.

miércoles, 17 de octubre de 2007

leyenda

cuenta la leyenda que había un sembrador famoso por su habilidad para sembrar un poco en cada campo.

semillas de lujuria,
en la porción de tierra que tenía delante de su modesta casa.
de ternura,
en el terreno de la vecina de los ojos más tristes del condado.
de desenfreno,
en el del alguacil del pueblo, que nunca estaba en su casa, pero que tenía esa mujer con el par de tetas más hermosas de la comarca.
de dulzura,
en el que habitaba la niña en edad de merecer.
de picardía,
en el propio fondo de su casa.

y semillas de prosperidad,
en un terreno lejano.

cuenta la leyenda que ahí iba él,
sembrando y sembrando.
hasta que un día, no se sabe bien cómo ni cuándo
(porque así son las leyendas al fin y al cabo)

el sembrador despertó convertido en pez
en una pecera gigante desde la que sólo se veían los ojos de una sirena
del otro lado.

viernes, 12 de octubre de 2007

........

el barro de toda esta lluvia. la arena del reloj. la otra,
la mojada en la orilla, la que voy a pisar mañana.
la mesa escrita del bar de aquel adiós. los troncos
de mil formas en medio de los verdes del bosque.
y mis ojos y los de mis hijos. y mi pelo
sin el avance del tiempo.
y la montaña.

la tierra del camino. la tierra de las tumbas.
la de las macetas sin flor.
y el mar revuelto anunciando que se larga.

y su morral,
signo a descifrar.
y mi revoltijo de angustias, miedos
y deseos, ya, de encontrarlo.


y en mi recuerdo,
también,
las últimas palabras esfumadas, confusas,
de mi viejo
en aquella cama.


(

lunes, 8 de octubre de 2007

hoy tengo un lunes de frenkel

lunes, de luna plena
y todo el mundo vive su silencio
y el cielo que es el mar de mi ciudad
todo está pasando, lo claro y el sueño

y a veces tengo miedo de morir
y a veces tengo miedo de nacer
y a veces ya no se por qué razón
le temo al miedo

podría estar aquí o estar allá
vivir en in jardín o en un corral
el monstruo que me mata, me mata, me mata,
vive adentro

cuando calma la marea
siento el aire del deseo
veo al miedo como a un niño
veo al miedo como a un necio

y entonces siento ganas de salir
y entonces siento ganas de llorar
reír o dibujar no importa
ya no existe el miedo
podría estar allí o estar allá
vivir en un jardín o un corral

si el monstruo que me mata, me mata, me mata
vive adentro

(

miércoles, 3 de octubre de 2007

ronda

... y cuando se estaba por dormir
dos preguntas jugaban a la ronda en su cabeza
¿quién será? ¿de dónde habrá salido?

y se durmió sonriendo como una nena.


(

lunes, 1 de octubre de 2007

no se puede, no?

es como querer saborearlo todo de un sorbo,
sin perder tiempo en nada
pero buscando ese sabor que da la intriga, la incertidumbre,
el no saber del todo


(