el barro de toda esta lluvia. la arena del reloj. la otra,
la mojada en la orilla, la que voy a pisar mañana.
la mesa escrita del bar de aquel adiós. los troncos
de mil formas en medio de los verdes del bosque.
y mis ojos y los de mis hijos. y mi pelo
sin el avance del tiempo.
y la montaña.
la tierra del camino. la tierra de las tumbas.
la de las macetas sin flor.
y el mar revuelto anunciando que se larga.
y su morral,
signo a descifrar.
y mi revoltijo de angustias, miedos
y deseos, ya, de encontrarlo.
y en mi recuerdo,
también,
las últimas palabras esfumadas, confusas,
de mi viejo
en aquella cama.
(
3 comentarios:
Y las hojas que hacían "crac" cuando las pisábamos camino al colegio.
Y los distintos tonos de la cartera que usabas cuando eras una "pendeja psicobolche"
y tu "pantalón de portero de edificio", anónimo.
(y piedra libre!)
Ah!! Y el collar de semillas que se rompió y quedó tan corto que se transformo en pulsera.
Ahora que lo pienso: El pasado es todo de ese color?
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