domingo, 7 de enero de 2007

otra piel

Ella tiene dos capas de piel. Una sobre otra.
Yo la vi despellejarse íntegra, como una víbora cuando muda su piel.
Sólo una vez la vi.
Ella no vio que la miraba. Si no, tal vez, no lo hubiera hecho.
Había quedado en penumbras, las luces y las cámaras se estaban preparando para la siguiente escena.
Vi cómo de a poco, pero con un movimiento casi imperceptible y continuo, se iba despegando de esa especie de funda impermeable y empezaba a aparecer su otra piel.
Ella no vio que la miraba. Si no, tal vez, no lo hubiera hecho.
Yo, en cambio, no podía dejar de observarla.

A partir de ese día, busco en cada pliegue de mi cuerpo cuál es la hendija por la que se vislumbre algo de mi otra piel.

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